Cada recuerdo, cada tea. Criatura del espejo que hace memoria. Hacia abajo, donde la tierra pródiga. Hacia arriba, donde el aire acaba. Sin culpas ni complejos sublunares. Allá soledad que tintinea el florero mortal de su vacío. Acá acompañamiento entre palabras, paredes y puertas, veredas, música, ventanas...
2 comentarios:
Maldito sea el Facebook que nos ha acostumbrado a poder prescindir de las palabras para limitarnos a la mecánica selección de un "like" (aunque ahora se haya "ampliado" a una posibilidad un poco más vasta.
Ahora no hallo cómo decirte que en ti siempre encuentro sosiego, vértigo, paz y caos. Y que por eso te quiero tanto.
Me alegra ver que, de vez en vez, vuelves a este lugar y le das vida :)
Más que darle vida, diría... darle algo de ventilación mecánica (o ya de plano los efectos de una hiperventilación mía), que es para lo que da últimamente esto de la escritura en el blog. En verdad lo he abandonado bastante, me he dedicado a hojear por aquí y allá. A alijar esta embarcación más que a nutrirla con sujetos y predicados. Supuestamente con el ánimo de mejorarla... Allá yo ;).
Ahora que, por un momento, eso de prescindir de las palabras suena como las delicias de una escritura que vive un momento de cambio; aunque ya de plano sustituirlas por mascarillas 'clickeanas' no pareciera ser el sueño ni de quienes asesinan a Joyce por rollero. Creo entender a la niña, que a saber si atrás de la cortina de la sala o de dónde carambas pero la gracia es que observa bien, cuando junta al mamotreto pese a estar bien escrito, trunco; y al alimento magro que le da sentido en apenas 60 cuartillas: No le niega a la extensión el anclaje intenso y corto de la vida humana.
Viéndolo otra vez, eso de usar caras en la e-scritura, más allá del justo sentido del logotipo, como que va diciendo algo más. Algo parecido a "veámonos pronto porque se me va olvidando tu gesto de gusto/disgusto con lo que digo". De momento, así como con las garnachas vegetarianas norteñas, hay un lugar de manufactura coqueta que seguro te gusta. O en otras palabras, si no le caes, te caigo.
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